VENEZUELA HACIA UN PERÍODO DE TURBULENCIAS

Sin duda alguna la muerte de Hugo Rafael Chávez Frías, aunque esperada no dejó de causar estupor a niveles no previstos quizá por el mismo chavismo y sume a Venezuela en un período de turbulencia institucional y política sin precedentes en su historia.

Las mismas dudas subsistentes sobre la sucesión del poder de un presidente que no se posesionó formalmente, aun cuando la máxima autoridad judicial de ese país señalara que no había solución de continuidad y que por estar desempeñando su cargo con anterioridad se consideraba que la elección ratificaba la continuación de las funciones políticas y administrativas del equipo de gobierno, hay un enrarecido ambiente incluso dentro de las mismas filas bolivarianas donde chocan dos poderes, el del ungido Nicolás Maduro, el llamado “socialismo civilista” y el poderoso presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello, apoyado por las alas más radicales y el nuevo empresariado creado en los últimos 124 años, la llamada “boliburgesía”.

Por lo pronto el chavismo garantiza la continuidad en el poder por un tiempo fundamentándose en la imagen del fallecido Coronel y con la creación de un mártir de la revolución bolivariano al atribuir su muerte a una conspiración internacional en alianza con la derecha bolivariana denunciada públicamente por el vicepresidente Maduro y agravada con la expulsión de dos agregados aéreos norteamericanos por supuestas tareas desestabilizadoras con miembros de las Fuerzas Armadas Bolivarianas, canalizan así el sentimiento popular frente al mito que se yergue y al que aspiran a mantener sepultándolo al lado del Libertador Bolívar en el Panteón Nacional.

Ahora que está muerto, hay quienes lloran la pérdida del salvador y quienes recuerdan con rabia al déspota. Entre los primeros, destaca la izquierda latinoamericana, huérfana de un líder de envergadura, pero enriquecida por un mito más. No toda la izquierda, en realidad: no la izquierda reformista, que después de un largo camino llegó a reconocer que el Estado de Derecho es el mejor resguardo para la libertad y las razones de todos, especialmente de los más débiles; sí, en cambio, destaca la izquierda populista, o nacional, que tiene una idea mágica, casi religiosa, y ve en ella la vertiente que separa el infierno del paraíso, la salvación de la condena, la verdad del error, dice el editorial del Diario El Clarín de Buenos Aires[1], un país donde los mitos caudillistas como Perón y Evita o como el Che Guevara tienen peso político aún décadas después de su desaparición física.

En lo inmediato puede preverse una mengua en el papel protagónico de Venezuela en el contexto latinoamericano, mientras resuelven la continuidad del poder y un resurgir de Brasil como líder del proceso socialista del siglo XXI mucho más moderado que el radicalismo bolivariano.

Las relaciones con Colombia no van a tener mayores modificaciones y los asuntos pendientes como el favorecimiento a organizaciones narcoguerrilleras que se ocultan en suelo venezolano seguirán sin resolverse; si el Movimiento Continental Bolivariano logró poner contra la pared al mismo Hugo Chávez por la extradición de Joaquín Pérez Becerra, el director de Anncol, y logró aplazar la deportación de Guillermo Enrique Torres, alias Julián Conrado, su poder de coerción a los nuevos dirigentes políticos se acrecentará utilizando la imagen del mito para evitar acciones directas contra las estructuras criminales que hacen presencia en las zonas de frontera.

Frente al proceso de La Habana y dada la situación interna que afrontan, el gobierno de transición mantendrá el mismo bajo perfil y no es de preverse que asuma abiertamente una posición política a favor de las Farc, y eventualmente el Eln, dada la atención mundial que ya concentra y que no favorecería a los sucesores de Chávez y su interés por obtener el reconocimiento de la comunidad internacional a la legitimidad del proceso de continuidad pese a las dudas jurídicas creadas.

Los próximos 30 días serán cruciales para las definiciones políticas en un país sumamente polarizado y con cuyos sentimientos de pérdida indudablemente serán explotados al máximo generando situaciones que fácilmente pueden derivar en explosiones de violencia. Ojalá la sensatez prime por sobre intereses políticos de grupos interesados en mantener el poder y radicalizar aún más el proceso iniciado por Chávez.

 

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1. DIARIO EL CLARÍN. El mito que limpiará los errores de Chávez. Loris Zanatta. Jueves 7 de marzo de 2013. En: http://www.lanacion.com.ar/1560770-el-mito-que-limpiara-los-errores-de-chavez